Este jueves un relato projet U.F.O
Un pequeño poema
Y bajo de una estrella, una noche
en aquel parque solitario
rodeándome en un espiral de colores
tomándome de la mano
me subió a su nave
la verdad, es que no sabía muy bien
que es lo que estaba pasando
pero no sentí miedo alguno
en aquellos eternos segundos
nunca nos dijimos nada
tan solo nos miramos
su piel era de un color dorado
y sus grandes ojos rasgados
sus tan bellos ojos
eran de un color cristal azulado
dentro de la nave
todo era de color blanco
y un sentimiento de paz
me invadió de improviso
hasta emborracharme
al punto de creer
que estaba soñando
cuando de pronto otro ser
nuevamente me tomaba de la mano
asintiendo con su cabeza
puso una pequeña roca
en la palma de mi mano
una pequeña roca
que después de llegar a casa
aquí en la tierra
se convirtió en el más hermoso vergel
con ríos de colores
en el fondo de mi patio
Un pequeño relato
Era una tarde cualquiera en que
ella salía del trabajo, caminando por las calles con sus tacones altos, pues le gustaba caminar algunas
cuadras después del trabajo, según ella para mirar las estrellas, respirar y
sentir su pecho palpitando, todas las tardes a la misma hora, ya casi cayendo
el sol, ella se iba caminando
Luego llegaba a su hogar, un
departamento en el tercer piso en la calle más transitada del barrio.
Solitaria en su habitación, se
soltaba el cabello, poniéndose cómoda, para después de una ducha, tomar algunos
tragos, en aquel balcón de color dorado. Mirando las estrellas escuchando
aquella música clásica que amaba tanto.
Siempre se sintió una extraña,
más aun en aquel trabajo, siempre soñó con alcanzar las estrellas, volar por el
cielo infinito, como ráfaga de viento huracanado.
Y se dormía dulcemente con las
cortinas abiertas, para soñar con aquel cielo infinito, sus estrellas y aquel viaje imaginario, cuando de pronto
sucedió algo muy extraño, ya casi de madrugada, sintió una luz muy tenue que se
asomaba por aquel balcón dorado y levantándose de la cama, vio que aquella luz
la succionaba, dentro de una nave hacia aquel infinito espacio. Ella
simplemente creía que estaba soñando. Cuando de pronto se vio en un lugar
bastante extraño, ríos de colores en medio de sus pies, y sobre sus cabellos
largos, miles de avecillas cantando y danzando.
De pronto sintió que le faltaba
el aire, sintiendo su cuerpo un tanto extraño, pues sin saber como, ni por que,
se vio flotando, como aquellos seres de aquel lugar tan extraño. pero se sentía
tan alegre, tan plena como nunca antes había estado, que jamás quiso regresar a
su punto de origen, donde talvez nunca había existido, pues se sentía tan
entera en aquel lugar, que para ella regresar era algo verdaderamente extraño.
Autor: Maria Liberona
NOS LEEMOS EN EL BLOG DE Charo Cortés.
A lo mejor un encuentro es extraterrestre es lo que se necesita para encontrar un lugar de pertenencia.
ResponderEliminarY tal vez sea lo que se necesita para conocer a una persona especial.
Una abducción placentera.
ResponderEliminarPues lo describes tan bien que creo que a mi también me gustaría ser abducida!
ResponderEliminarGracias por participar-
Un beso
Sueños de colores y deseos ocultos bien canalizados en tu poesía y relato María....
ResponderEliminarUn poema y un relato muy a la ciencia ficción que te han quedado fantásticos =).
ResponderEliminarSaludos
Tu manera de ver la eventual presencia de seres extraterrestres encierran un encanto místico que resulta atractivo para quien se los encuentra. Al menos éstos no son de los terroríficos! jeje
ResponderEliminarUn abrazo
P.D ¿te sumarás con tu foto para la tarjeta navideña¿ hay tiempo hasta el 15
Por su puesto que me sumo a la foto navideña puede ser la que tengo de perfil aquí mismo
EliminarMe la llevo entonces
Eliminar=)
bien jajaja... gracias
EliminarBonito poema y bonito relato donde, el dorado, las estrellas y la sensación de haber alcanzado el paraíso convergen. Nadie sabe qué hay después de la muerte, pero debe ser algo parecido: un paraíso donde la luz y el placer nos devuelvan a la vida.
ResponderEliminarUn besote
Un relato que nos transporta sin darnos cuenta a un universo etéreo y extraterrestre.
ResponderEliminarBesos
Poema y relato, saben transportarnos... y es que a veces, evadirnos de este suelo no nos vendría nada mal, sobre todo, si el lugar al cual llegar, posee un encanto no solo atrayente, sino pleno de serenidad,
ResponderEliminarBesos!
Gaby*